Este sector se erige como uno de los grandes motores de la economía regional

Laura Fuertes Quintanilla
Presidente de Etosa

Los valores que definen al sector urbanístico de la Región de Murcia son la confianza, la claridad y la transparencia. Este sector, en mi opinión, se viene erigiendo como uno de los grandes motores de la economía regional, junto con el agroalimentario y el turístico, tanto en la creación de riqueza, como de puestos de trabajo de calidad, demostrando, así, año tras año, su gran fortaleza, capaz de hacer frente a diferentes crisis a lo largo de los últimos tiempos. 
La compraventa de viviendas representa el indicador más positivo que puede tomar el pulso al sector y sus incrementos están siendo superiores al 25 por ciento, en términos interanuales. 

Además, la mayoría de las empresas del sector está firmemente comprometida con el desarrollo de un urbanismo responsable, la puesta en marcha de todas las medidas a nuestro alcance, de ahorro energético, y todo ello orientado a garantizar la sostenibilidad del planeta. Somos conscientes de que las firmas urbanísticas debemos trabajar con la vista puesta en el largo plazo. 

No obstante, el enorme esfuerzo que estamos realizando desde el sector debería verse acompañado de una mayor implicación por parte de las Administraciones Públicas, tanto en forma de ayudas para paliar la escalada de precios, como en la anhelada agilización burocrática, tan necesaria para la tramitación de los nuevos planes de ordenación urbana, planes parciales y especiales, así como para la concesión de nuevas licencias y autorizaciones administrativas. 

Con relación a los retos a los que nos enfrentamos, estos pasan, sobre todo en la ciudad de Murcia, por la escasez de suelo urbanizable, su aumento de precio y la elevación de los costes de construcción, elementos que dificultan a las empresas la puesta en marcha de nuevos desarrollos residenciales. En nuestra Región, tanto los precios, como la demanda, se encuentran al alza. A estos datos objetivos, hay que sumar las tensiones que sufre el sector derivadas del incremento de tipos de interés en estos últimos meses, aunque las últimas decisiones de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) y del Banco Central Europeo (BCE) apuntan a que, de cara al próximo ejercicio, estos incrementos se habrán estabilizado y en los siguientes años se pueden ver rebajados, lo que, sin duda, ayudará a todos los agentes implicados, fundamentalmente al comprador quien, a la postre, debe estar en el centro de nuestras decisiones. 

Por otra parte, un aspecto no menos relevante se refiere a las preferencias de los clientes, que siguen la línea que se inició tras la pandemia, optando por viviendas con amplios espacios, terrazas, patios y parcelas. 

En el resto de los usos diferentes al de vivienda, no se aprecian cambios significativos, registrándose un leve repunte en la demanda de los locales comerciales. 
Soy optimista respecto al futuro, habida cuenta de que las empresas que operamos en este sector tenemos una solvencia y experiencia más que contrastada y sabremos hacer frente a las necesidades de creación de nuevos hogares que demanda la Región de Murcia. 

El desafío que tenemos por delante como sector en nuestra Región es realmente ambicioso, dado que deberíamos erigirnos en los auténticos impulsores del turismo residencial, promoviendo la construcción de nuevos alojamientos hoteleros y urbanizaciones que incorporen servicios que las doten de mayor valor añadido, inspirándonos, para ello, en un urbanismo sostenible y con ‘altura de miras’, que aspire a diseñar y ejecutar ciudades de manera integral, considerando no solo aspectos físicos y/o funcionales, sino también sociales, culturales, ambientales y de ocio. Al encuentro de entornos urbanos que fomenten la inclusión, la diversidad, la participación ciudadana y la resiliencia frente a desafíos.