El dato y la rentabilidad son dos de las claves en las que la transformación digital ha puesto el foco

José Miguel Cegarra Leiva
CEO de Montiel Facility Office

Desde hace ya muchos años, pre pandémicos, pandémicos y pos pandémicos, del retail y de la distribución se ha vaticinado su desaparición, su necesidad de reinvención, e incluso hay quien comenta que vive un estado de ‘permacrisis’, crisis permanente. Pero lo que sí es un hecho es que es un sector en continua evolución que al igual que otros sectores ha sabido adaptarse a las tendencias y necesidades del consumidor. Empresas que han abordado un proceso de profesionalización y digitalización que han conformado unos modelos de negocio basados en presencia offline y online, el llamado escenario ‘Phygital’. Y que le han posibilitado tener una visibilidad y presencia de 365 días, 24 horas al día, derivando cualquier barrera física o de distancia, una hibridación entre lo físico y lo digital. La omnicanalidad ha facilitado la accesibilidad a la oferta y por lo tanto el aumento de la capacidad de conversión o venta, pero al mismo tiempo la necesidad de una medición constante de resultados y rentabilidades. El dato y la rentabilidad son dos de las claves en las que la transformación digital ha puesto el foco y ha transformado a empresas tradicionales en empresas con un modelo de negocio rentable, claro y de futuro. 

Rasgos como la personalización, especialización, experiencia, profesionalidad, servicio y atención al cliente han contribuido a que estos modelos de negocio tengan más recorrido que nunca, ya que la venta especializada de productos de nicho aporta mucho más valor que la venta generalista. Y sobre todo cuando detrás de un producto o servicio está la mano un profesional instalador que dará respuesta inmediata y eficiente al cliente.

Otro elemento diferenciador y que otorga más futuro al Retail y a la distribución es la sostenibilidad, ya que colaborar y ser parte del consumo de última milla genera menos emisiones de CO2, provoca menos residuos, permite una mayor eficiencia en el reciclado y sobre todo permite generar mayor economía circular. Es un hecho que la insostenibilidad de determinados procesos de producción está teniendo como consecuencia que se genere una economía circular paralela donde el producto de segunda mano y reacondicionado tienen un largo camino; la recuperación, reparación y reutilización es hoy en día una práctica más habitual y rentable para el bolsillo del consumidor y para nuestro entorno. En este sentido, Europa ya está legislando para fomentar la reparación y reutilización, lo que a su vez provocará que se vuelvan a generar puestos de trabajo donde la mano de obra y la especialización será un hecho diferencial, como está ocurriendo actualmente con la tecnología reacondicionada. 

Es un hecho inequívoco que son tiempos de incertidumbre y que estamos a las puertas de cambios tecnológicos que moldearán una vez más nuestra manera de enfrentarnos al consumo, y de nuevo la distribución y el retail tendrán un papel activo de adaptación y transformación. En este sentido, iniciativas como la formación gratuita en transformación digital de la mano de ENAE y de la EOI, con fondos europeos Next Generation, son un gran catalizador para armar empresas con capacidad de gestión tecnológica, con procesos más eficientes, rentables, sostenibles e innovadoras.