Avanzando hacia la estabilidad económica, en un entorno desafiante

Felipe Pulido de Dios
Director comercial de Banca de Empresas en CaixaBank de la Región de Murcia y Comunidad Valenciana

Las entidades financieras han tenido que afrontar varios retos en los últimos años, desde la irrupción de la crisis financiera en el año 2008, años de tipos de interés extraordinariamente bajos, la pandemia de Covid-19 y sus efectos posteriores, la situación inflacionista y los conflictos bélicos recientes.

Por tanto, nos encontramos ante un entorno complejo, caracterizado por la acumulación de shocks de naturaleza muy diferente y por unos niveles de inestabilidad geopolítica no vistos en muchas décadas. En este contexto determinado por una elevada inestabilidad, el ciclo de actividad ha seguido mostrando resiliencia y, de esta manera, la economía mundial cerrará 2023 con un crecimiento del 2,8% (0,6 p.p. menos que en 2022).

Para 2024, nuestro escenario central contempla un aterrizaje suave de la economía mundial que permitiría reducir la inflación en los países desarrollados, pero la fragilidad del ciclo de negocios tras las perturbaciones de los últimos años es muy elevada, sobre todo, teniendo en cuenta el potencial desestabilizador a través de expectativas y mercados energéticos que tiene la confluencia en el tiempo de dos conflictos bélicos de gran magnitud como son los de Oriente Medio y Ucrania.

Por tanto, el entorno será desafiante para una economía española que, tras una primera parte de 2023 en la que la actividad se vio apoyada por el buen comportamiento del turismo y la bajada de los precios de la energía, a partir del verano experimenta un debilitamiento por el impacto de los mayores tipos de interés, la subida del precio del petróleo desde julio y la marcada debilidad de la actividad en la eurozona, lo que llevará a cerrar este ejercicio 2023 con un crecimiento medio de 2,4%. 

Para 2024, es previsible que se mantengan los vientos de cara que han debilitado la economía española en los últimos meses. Además, contamos con factores que apoyarán el crecimiento como el buen comportamiento de la renta disponible y de la tasa de ahorro en los últimos trimestres y la tracción que puedan ejercer sobre la actividad los fondos europeos. Es en este equilibrio inestable en el que nos moveremos el próximo año.

Si bien, estas son situaciones económicas puntuales de las que se puede esperar un inicio y un final, hay otros acontecimientos que tienen repercusión de forma continuada en el sector bancario, como es la incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos que están teniendo gran protagonismo en las últimas décadas.

Estas nuevas tecnologías representan oportunidades que hay que aprovechar, pero también retos difíciles, a los que las entidades financieras debemos no sólo adaptarnos, sino sobreponernos a las circunstancias, rediseñando nuestros modelos de negocio y afrontándolo con gran capacidad de liderazgo.

Esta transformación digital fundamental en el sector bancario debe ir acompañada de una transformación en la organización de los bancos y, especialmente, en su cultura, que debe adaptarse a nuevas formas de trabajar, a pesar de la fuerte regulación y supervisión a la que está sometido el sector bancario.

Para afrontar los desafíos y la gran transformación de nuestro sector, desde CaixaBank contamos con una larga trayectoria basada en nuestros valores de calidad, confianza y compromiso social, y unos principios éticos que nos guían en nuestras relaciones con nuestros equipos, nuestros clientes, nuestros proveedores y con la sociedad a la que servimos.

Nuestro compromiso social es el origen de CaixaBank, es la esencia fundacional, lo que nos une y nos hace únicos. Para nosotros, hacer banca es demostrar con hechos el valor de lo que hacemos, siempre por y para la sociedad.

Avanzamos juntos para que nuestra actividad sea motor de cambios positivos hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa con el medioambiente. Nuestro Plan Estratégico incluye la sostenibilidad como uno de sus tres pilares para los próximos años.
En definitiva, en el sector bancario estamos abordando uno de los mayores procesos de transformación de la historia impulsado por la tecnología, las demandas cambiantes de los clientes y la necesidad de adaptarse a un entorno en constante evolución. En este viaje hacia una banca más ágil y eficiente, las entidades financieras debemos anticiparnos y unirnos a este desafío. 

Desde CaixaBank, queremos contribuir a construir una estructura económica y empresarial más sólida, resiliente y competitiva, desde una visión inclusiva y cercana a las necesidades del tejido empresarial murciano y de la sociedad en general.