María José Puche
Presidenta de OMEP
La Región de Murcia, conocida por su dinamismo económico y su capacidad de adaptación, cuenta con un tejido empresarial vibrante que se sostiene, en gran medida, gracias a la labor de las asociaciones empresariales. Estas organizaciones, como OMEP (Organización Murciana de Mujeres Empresarias, Profesionales y Directivas), no solo representamos los intereses de nuestros miembros, sino que actuamos como motores de innovación, cooperación y desarrollo económico.
Como presidenta de OMEP, es un honor destacar la relevancia y la contribución de todas las asociaciones empresariales de nuestra región. Las asociaciones tenemos un papel fundamental en el fortalecimiento del tejido productivo. En un entorno económico cada vez más complejo, ofrecemos a nuestras empresas orientación, formación y oportunidades para establecer redes de colaboración que fomenten su crecimiento. Facilitamos espacios donde empresas de todos los tamaños y sectores encuentran apoyo y recursos para afrontar los desafíos del mercado global.
En la Región de Murcia, las asociaciones empresariales cumplimos un papel determinante como interlocutoras entre el sector privado y las administraciones públicas. Esta colaboración asegura que las políticas económicas respondan a las necesidades reales de las empresas. Nuestra voz colectiva visibiliza las demandas empresariales y propone soluciones que beneficien tanto al tejido empresarial como al conjunto de la sociedad.
Además, en una región con una economía tan diversa, las asociaciones favorecemos la cohesión territorial, impulsando iniciativas que promueven sostenibilidad, inclusión y desarrollo equilibrado entre las áreas rurales y urbanas.
Quiero resaltar especialmente el valor humano del asociacionismo. Las asociaciones empresariales no somos meras estructuras administrativas, sino comunidades de personas comprometidas con el progreso. Desde OMEP, tengo el privilegio de trabajar con mujeres empresarias, emprendedoras y profesionales que construyen, con esfuerzo y dedicación, el futuro económico de nuestra región.
Es imprescindible también destacar el papel transformador que tenemos en el empoderamiento de colectivos subrepresentados. La participación activa de mujeres en las asociaciones está generando un cambio necesario y positivo, demostrando que la igualdad de oportunidades es clave para la competitividad y la innovación.
En un contexto de desafíos globales como la digitalización, el cambio climático y las crisis económicas, las asociaciones empresariales de la Región de Murcia tenemos la responsabilidad de liderar con visión y compromiso. Solo desde la unión y la colaboración mutua podemos construir un tejido empresarial robusto, innovador y preparado para el futuro.
En definitiva, el asociacionismo empresarial en la Región de Murcia no solo refuerza nuestras empresas, sino que también contribuye al bienestar social y al desarrollo sostenible. Desde OMEP, invito a todas las empresas, grandes y pequeñas, a sumarse a este esfuerzo colectivo. Juntos, hacemos Región.